Por Eduardo Berdejo
La dictadura de Daniel Ortega expulsó a la congregación de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, con lo que continúa sus ataques contra la Iglesia Católica en Nicaragua.
"Hoy abandonaron el país víctimas del acoso y amenazas de la dictadura las Hermanas Religiosas de la Cruz (mexicanas) que tenían años de estar en Matagalpa haciendo una labor espiritual", anunció el 18 de septiembre el medio Nicaragua Informa.
En su sitio web, las religiosas de esta congregación se definen como "mujeres contemplativas eucarísticas".
Las religiosas estaban asentadas en la Diócesis de Matagalpa –cuyo Obispo, Mons. Rolando Álvarez está con arresto domiciliario en Managua– y se dedicaban al rezo del Rosario en la catedral y a promover la adoración al Santísimo Sacramento.
Por su parte, en su cuenta de Facebook, la congregación asentada en México informó ayer del arribo de las religiosas procedentes de Nicaragua.
Esta es la segunda congregación religiosa expulsada por Daniel Ortega. En julio las Misioneras de la Caridad fueron obligadas a abandonar Nicaragua.
Asimismo, en marzo de este año fue expulsado el Nuncio Apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag.
En los últimos meses varios sacerdotes han sido arrestados y otros siguen siendo acosados por el régimen, que no ha dudado en prohibir incluso las procesiones.
Los atropellos del exguerrillero Daniel Ortega han sido condenados en una resolución aprobada por la OEA el 12 de agosto.
En la rueda de prensa en el vuelo de regreso de Kazajistán a Roma, este 15 de septiembre el Papa Francisco se pronunció sobre la situación de la Iglesia Católica bajo la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, y aseguró que “se ha hablado con el gobierno, hay diálogo”.
El diario nicaragüense La Prensa informó que se deteriora la salud de Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa que fue secuestrado por la dictadura de Nicaragua, liderada por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
Desde tempranas horas de este martes, la policía de la dictadura de Nicaragua se apostó afuera de la parroquia San Jerónimo en Masaya, para impedir la procesión del santo patrono cuyas celebraciones comienzan hoy.
