El diario vaticano L’Osservatore Romano resaltó en su edición dominical el ejemplo del diputado católico Juan Cotino, que para su juramento al iniciar sus funciones al frente del Parlamento de la Comunidad de Valencia (España), solicitó se colocara un pequeño crucifijo como expresión de que la fe no puede silenciarse en la vida pública.
El 9 de junio y antes de su juramento como Presidente de la Nueva Cámara de Valencia elegida el 22 de mayo, Cotino solicitó un crucifijo para colocarlo junto a la Constitución y la Biblia. Como no había uno llevó uno pequeño de su propio despacho.
Haber colocado este símbolo religioso cristiano le ha valido la crítica de algunos parlamentarios de izquierda, sectores de la prensa como los diarios El País y El Plural, y algunos grupos en Valencia.