Al recibir esta mañana a los participantes del curso anual sobre el Fuero Interno organizado por la Penitenciaría Apostólica, el Papa Benedicto XVI instó a los confesores a entablar el diálogo de salvación y misericordia con los penitentes que los llevará hacia Dios, en medio de un mundo que vive una "crisis" del Sacramento de la Penitencia.
El Papa recordó que el curso coincide esta vez con el Año Sacerdotal, dedicado a San Juan María Vianney, que "ejerció de forma heroica y fecunda el ministerio de la reconciliación. Del Santo Cura de Ars, nosotros, sacerdotes, podemos aprender no solamente una confianza inagotable en el Sacramento de la Penitencia que nos lleve a volverlo a colocar en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del ‘diálogo de salvación’ que en él debe tener lugar".
"La conciencia de las limitaciones propias y la necesidad de recurrir a la Misericordia Divina para pedir perdón, para convertir el corazón y ser sostenidos en el camino de la santidad son fundamentales en la vida del sacerdote: solo los que han experimentado en primera persona su grandeza pueden anunciar con convicción y administrar la Misericordia de Dios", afirmó el Santo Padre.