20 de junio de 2014 / 01:18 PM
En el marco del Día Mundial del Refugiado que se celebra este 20 de junio, el Nuncio Apostólico en Colombia Mons. Ettore Balestrero, recordó que la labor de la Iglesia es la de educar, abrir puertas del corazón y superar los prejuicios con los refugiados.
Así lo indicó el Nuncio en la homilía de la Misa que celebró en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en donde señaló que el fenómeno migratorio se debe a tres factores: la búsqueda de la esperanza para mejorar la calidad de vida, la huida de un peligro y la búsqueda de un tesoro que se persigue.
Según señala la nota de la CEC, el Arzobispo dijo además que este fenómeno responde a dos actitudes: la del migrante que llega y la del residente que acoge.