El 2 de noviembre la Iglesia Católica conmemora el día de los fieles difuntos, una fecha especialmente dedicada a recordar a todos aquellos que ya han partido de este mundo. En países como México, es costumbre dedicar una ofrenda o altar especialmente dedicado a los seres queridos fallecidos, como una forma de recordarlos y rezar por ellos.
En ese contexto, el P. José de Jesús Aguilar Valdés, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis Primada de México, explica cuál es la mejor ofrenda que un católico puede hacer para aquellos familiares o amigos fallecidos, para que puedan participar de la Resurrección de Jesucristo.
El P. Aguilar explicó: “La mejor ofrenda la comenzó a preparar Cristo por vivos y difuntos con la Última Cena, y la llevó a culmen en la Cruz dando su vida por nosotros. Por eso Dios lo resucitó de entre los muertos y nos dio el poder de participar de su Resurrección, de la vida eterna”.