Por primera vez en 50 años, los católicos y cristianos de otras denominaciones pudieron celebrar públicamente la Navidad en la ciudad de Rangún (Myanmar), la cual recibió en noviembre la visita del Papa Francisco.
Según informó la agencia vaticana Fides, los festejos de Navidad estaban "estrictamente confinados" dentro de las iglesias. Sin embargo, este 2017 las autoridades de Rangún permitieron que se realicen en las calles del 23 al 25 de diciembre diversas liturgias, procesiones y fiestas.
La autorización fue concedida con el fin de "honrar la visita del Papa Francisco a Myanmar en noviembre de 2017 y para mostrar solidaridad a los cristianos en Myanmar y en el mundo".