El presidente de la ONG Pro-Vida de Argentina, Roberto Castellano, señaló que la designación de la abortista Virginia Franganillo al frente de la Dirección de la Mujer de Buenos Aires, confirma la política anti-vida del Gobierno argentino y su deseo de imponer el aborto en el país.
A través de un comunicado, Castellano señaló que este nombramiento también revela la sumisión del Jefe de Gobierno de Buenos Aires, Jorge Telerman, "a los dictados del movimiento abortista que es financiado e impuesto externamente, especialmente por distintas agencias de las Naciones Unidas y del Banco Mundial".
Además, añade el texto, queda demostrado que las opiniones del Ministro de Salud, Ginés González García; y del titular de Educación, Daniel Filmus, forman parte de "una política deliberada para ir poco a poco imponiendo en la conciencia social el homicidio de niños no nacidos como una ‘solución’ a los embarazos inesperados o situaciones vinculadas con los estados de pobreza".