En la multitudinaria Misa que presidió en el Bellahouston Park de Glasgow, Escocia, el Papa Benedicto XVI señaló que los católicos tienen como deber hacer presentes en la esfera pública los valores fundamentales que son "promovidos por la sabiduría y la visión de la fe" en medio de un mundo que vive inmerso en la dictadura del relativismo y que necesita con urgencia ser evangelizado.
Al comenzar la homilía, el Santo Padre se presentó "como heraldo de la paz" que llega a confirmar a los creyentes "en la fe de Pedro".
"Me dirijo a vosotros con emoción, no muy lejos del lugar donde mi amado predecesor el Papa Juan Pablo II celebró la Misa con vosotros, hace casi treinta años, recibido por la multitud más numerosa que jamás se haya visto en la historia de Escocia", recordó.