El Papa Benedicto XVI concluyó su peregrinación por Tierra Santa con una visita a la basílica del Santo Sepulcro, donde rezó para que los habitantes de la región abracen la esperanza y sepulten todos sus miedos.
El Papa aseguró que "la tumba vacía nos habla de esperanza, la esperanza que no defrauda porque es don del Espíritu de la vida. Este es el mensaje que os dejo hoy, al final de mi peregrinación en Tierra Santa. ¡Qué la esperanza se eleve siempre, por gracia de Dios, en el corazón de todos los que viven en estas tierra, que se radique en vuestros corazones y permanezca en vuestras familias y comunidades!".
"Con estas palabras de aliento concluyo mi peregrinación a los santos lugares de nuestra redención y renacimiento en Cristo. Rezo para que la Iglesia en Tierra Santa se fortalezca cada vez más gracias a la contemplación de la tumba vacía del Redentor. En esa tumba está llamada a sepultar todas sus ansias y miedos para resurgir de nuevo cada día y proseguir su viaje por los caminos de Jerusalén, de Galilea y más allá, proclamando el triunfo del perdón de Cristo y la promesa de una vida nueva", indicó.