Este mediodía, el Papa Benedicto XVI llegó hasta el Cenáculo, el lugar donde Jesús instituyó la Eucaristía y el Orden Sacerdotal para rezar el Regina Coeli junto a los Ordinarios de Tierra Santa. Desde este histórico lugar, el Santo Padre pidió a las comunidades católicas que residen en la zona, ser las velas que iluminan Tierra Santa.
Dirigiéndose a los Ordinarios, el Papa señaló que "representan a las comunidades católicas de Tierra Santa que, en su fe y devoción, son como velas encendidas que iluminan los santos lugares cristianos, que fueron en un tiempo honrados por la presencia de Jesús, nuestro Dios viviente".
"En el Cenáculo el misterio de la gracia y salvación de la que somos destinatarios y también heraldos y ministros, puede expresarse solamente en términos de amor. Ya que Él nos amó en primer lugar y sigue amándonos, tenemos que responder con amor", explicó el Pontífice.