23 de marzo de 2012 / 11:19 AM
En el diálogo que sostuvo con los periodistas que lo acompañan en el avión papal rumbo a México, el Papa Benedicto XVI aseguró que llega a América Latina a "alentar y para aprender", recordó que la misión de la Iglesia es "educar las conciencias" ante el flagelo de la violencia y denunció la "esquizofrenia entre la moral individual y la moral pública" de muchos creyentes que obstaculiza el "establecimiento de una sociedad justa".
El Pontífice recordó que "México además de todas sus grandes bellezas tiene el grave problema del narcotráfico y de la violencia" y consideró que la Iglesia tiene una gran responsabilidad por tratarse de un país "con el 80% de católicos. Tenemos que hacer lo posible contra este mal, destructivo para la humanidad y para nuestra juventud".
"Ante todo hay que anunciar a Dios. Dios que es juez y nos ama. Pero nos ama para llamarnos al bien y a la verdad contra el mal. Por lo tanto, es una gran responsabilidad de la Iglesia la de educar las conciencias y de educar a la responsabilidad moral y desenmascarar el mal", afirmó.