A pocos días de la visita del Papa Francisco a Chile, tres iglesias católicas en Santiago fueron atacadas con artefactos incendiarios y explosivos durante la madrugada del 12 de enero, mientras que en otros dos templos se encontraron artefactos explosivos que no llegaron a detonar.
Durante la madrugada, la parroquia Santa Isabel de Hungría en la comuna de Estación Central sufrió el primer ataque incendiario perpetrado por unos desconocidos, que huyeron dejando mensajes en contra de la visita del Santo Padre al país.
"No nos someteremos jamás al dominio que quieren ejercer sobre nuestros cuerpos, nuestras ideas y actos, porque nacimos libres de decidir el camino que queramos tomar. Contra todo religioso y predicador. Cuerpos libres, impuros y salvajes. Atacamos con el fuego del combate haciendo explotar su asquerosa moral", describe un texto.