La procuraduría de Roma liberó los 23 millones de euros de propiedad del Instituto para las Obras de Religión (IOR) que depende del Vaticano y que estuvieron secuestrados desde el 17 de septiembre de 2010.
El dinero (20 millones en la Banca de Crédito Artigiano y 3 millones en la Banca del Fucino) había sido congelado debido a una investigación antirreciclaje que se inició contra el Presidente del IOR, el economista italiano Ettore Gotti Tedeschi y el director general de esa institución, Paolo Cipriani.
El descongelamiento fue ordenado por el procurador adjunto Nello Rossi y el fiscal Stefano Fava luego de la solicitud de los abogados de los dos acusados.