7 de julio de 2009 / 05:04 AM
En la encíclica Caritas in veritate (Caridad en la verdad), el Papa Benedicto XVI explica también que las encíclicas Humanae Vitae y Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, son sumamente importantes para “delinear el sentido plenamente humano del desarrollo propuesto por la Iglesia”, ya que este tema no puede ir desligado de la defensa de la vida y el anuncio de Evangelio.
El Santo Padre explica al tratar este tema que “la encíclica Humanae vitae subraya el sentido unitivo y procreador a la vez de la sexualidad, poniendo así como fundamento de la sociedad la pareja de los esposos, hombre y mujer, que se acogen recíprocamente en la distinción y en la complementariedad; una pareja, pues, abierta a la vida. No se trata de una moral meramente individual: la Humanae vitae señala los fuertes vínculos entre ética de la vida y ética social, inaugurando una temática del magisterio que ha ido tomando cuerpo poco a poco en varios documentos y, por último, en la Encíclica Evangelium vitae de Juan Pablo II”.
Seguidamente destaca que “la Iglesia propone con fuerza esta relación entre ética de la vida y ética social, consciente de que no puede tener bases sólidas, una sociedad que –mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz– se contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada”.