Después de que un buque se partiera en dos y derramara más de 1.000 toneladas de petróleo frente a las costas de Isla Mauricio, el Obispo de Port-Louis, Cardenal Maurice Piat, expresó su preocupación por las consecuencias para las aldeas pesqueras locales que dependen de la vida marina en los arrecifes de coral que hoy agonizan.
"Muchas familias están afligidas por un hedor persistente; los pescadores y todos aquellos que se ganan la vida en el mar sufren especialmente", dijo el Cardenal Piat en un comunicado diocesano el 11 de agosto.
"Todos los mauricianos se han visto afectados por el desastre ecológico", dijo Piat, y agregó que las comunidades de Mahébourg, Rivière-des-Créoles y las aldeas de la costa este de la isla se han visto particularmente afectadas.