El Arzobispo Emérito de Corrientes (Argentina), Mons. Domingo Salvador Castagna, señaló que el año nuevo que se ha iniciado es hasta el momento un capítulo en blanco que depende de cada persona llenarlo de buenas obras o no.
El Prelado advirtió que en la actualidad "se ha perdido el sentido de Dios. Algunas manifestaciones de la vida moderna constituyen la negación del Dios que está antes, durante y después de nuestra vida terrenal".
En ese sentido, recordó el llamado del Papa Francisco a recurrir a la sabiduría de los ancianos. "La incapacidad de presentar una síntesis, como la formulada por (el apóstol) Juan, tiene relación directa con la pretensión perjudicial de empezar de nuevo, como si la historia no tuviera pasado, presente y futuro. Esto ocurre en el ámbito de la política, también de la Iglesia, causando una sucesión de rupturas, que impide el legítimo progreso. Por ello, nos encontramos inexplicablemente varados en el camino".