La comunidad estudiantil de la Universidad Pontificia de México (UPM), hizo pública su "indignación" por la desaparición de los 43 alumnos de la escuela normal rural "Raúl Isidro Burgos" y el asesinato de siete normalistas en la población de Iguala, estado de Guerrero, al tiempo que exigen a las autoridades la "pronta aparición" de los estudiantes secuestrados y se unen en oración y protesta a sus familiares y compañeros.
"El grado de corrupción que impera en ciertos ambientes políticos y policiacos, la alianza que se ha establecido entre el crimen organizado e instituciones del Estado es contraria a la promoción del bienestar que deberían asegurar las instituciones. La impunidad con que se mueven muchos responsables de la violencia, el dolor y la muerte que afecta a grandes sectores del país denuncia la inconsistencia en el aparato de justicia en México", advierten en una carta abierta a la opinión pública.
Según señala el SIAME, los estudiantes de la UPM, cuyo gran canciller es el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera y su director el Padre Mario Ángel Flores que es también miembro de la Comisión Teológica Internacional, se unen de esta manera a las diferentes voces de la sociedad que exigen la aparición de los estudiantes.