En el habitual encuentro del Santo Padre con los párrocos y sacerdotes de Roma al inicio de la Cuaresma, el Papa Benedicto XVI explicó que es deber de la Iglesia la denuncia razonable y razonada de los errores que han provocado la actual crisis económica.
Según informa L'Osservatore Romano, así lo expresó el Pontífice en el encuentro realizado esta mañana en el Aula de la Bendición en Roma. Este deber, dijo Benedicto XVI, "hace siempre parte de la misión de la Iglesia y es ejercitado con valor y concreción, sin recurrir a moralismos sino motivándolo con razones concretas y comprensibles para todos".
En esta oportunidad, y al responder a 8 preguntas de los sacerdotes que sirven en Roma, el Papa indicó que la actual crisis debe leerse en dos niveles. En el primero, el macroeconómico, ha de entenderse "los fracasos de un sistema basado en la idolatría del dinero y en el egoísmo, que oscurecen en el hombre la razón y la voluntad y lo conducen por caminos errados".