"Esto implica estar lejos de la familia, de la comodidad, de la seguridad, y de todo tipo de estabilidad. Cada día es distinto, porque cada día hay necesidades distintas en la gente y en las comunidades que visitamos", agregó.
El joven dijo que, en definitiva, el estar de misión se trata "de dejar de pensar en sí mismo para llevar a cabo el plan que Dios quiere", algo que puede costar mucho, "porque somos débiles, pero Dios nos suele dar los medios para llevar a cabo lo que nos encomienda".
Asimismo, indicó que, si bien se vive sin luz, agua caliente y comodidades, uno "no llega a soportar todas estas cuestiones por fortaleza o mérito propio, sino porque Dios da la gracia en la medida que sepamos responder con docilidad a lo que nos pide".
"En medio de la oscuridad y del cansancio, sumado al frío que uno siente por estar volviendo de noche luego de una jornada de misión, Dios hace estallar el corazón en gozo y felicidad", añadió.
Finalmente, animó a los jóvenes a no tener miedo "a la hora de llevar a cabo los planes que Dios nos pide" y remarcó que "si Dios nos llama a algo, ciertamente Él nos dará todas las gracias necesarias para llevar a cabo nuestra misión, porque así funciona la vocación".
"Ciertamente la misión no es un mundo de colores, ni debemos tener de ella una idea romántica. Implica muchos sacrificios, pero cada vocación también los conlleva. Si queremos vivir una vida plena tenemos que estar dispuestos a renunciar a los placeres y a las comodidades que nos ofrece el mundo, de otra manera, estaremos cargando equipaje demás que nos impedirá subir a la Cruz cuando queramos responder al llamado de Dios", remarcó.
"Millones de almas nos esperan en innumerables rincones del mundo que todavía no conocen el nombre de Jesucristo. Al misionar, estamos ayudando a llevar a esas personas a la vida eterna, y estaremos siendo fieles al mandato del mismo Jesús en el Evangelio: 'Id por el mundo entero, predicad el Evangelio a toda la creación'", concluyó.
Harumi Suzuki
Harumi Suzuki es editora de ChurchPOP en español. Es bachiller en Ciencias y Artes de la Comunicación con mención en Publicidad por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Es diseñadora gráfica, escritora y creó el emprendimiento católico, Agnus Dei.