14 de junio de 2008 / 01:37 PM
El Arzobispo de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, haciendo eco de las palabras del Papa Benedicto XVI en su discurso de abril a la ONU, señaló que "es preciso redoblar los esfuerzos ante quienes presionan para alterar los fundamentos de la Declaración" Universal de los Derechos Humanos "y para deshacer su íntima unidad, alejándola de la protección de la dignidad humana por satisfacer intereses particulares".
En su habitual carta semanal titulada esta vez "Compromiso con los derechos humanos", el Purpurado destacó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos "fue adoptada como un 'ideal común' (preámbulo) y no puede ser aplicada por partes separadas, según tendencias u opciones selectivas que contradicen la unidad de la persona humana y la indivisibilidad de los derechos humanos".
"La alianza entre verdad del ser humano y auténtica libertad es el único fundamento consistente para una verdadera cultura de los derechos que permite proteger la dignidad de todo ser humano que viene a este mundo", continuó.