Según las valientes declaraciones de Berta de Moya, esposa del preso de conciencia cubano Ángel Moya, la protesta silenciosa de las “Damas de Blanco”, que cada semana se reúnen en la iglesia de Santa Rita de Casia para orar públicamente por sus familiares encarcelados, está abriendo un espacio de reivindicación creciente en Cuba.
“Presionando al gobierno podemos lograr lo que queremos”, explica Berta en una reciente entrevista publicada en línea.
“Estos hombres –explica, respecto de los familiares de las Damas de Blanco– no son asesinos, ni violentos, son hombres pacíficos. La verdad la tenemos en la mano”.