26 de febrero de 2009 / 08:13 PM
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, presidió la Misa por Miércoles de Ceniza en la Catedral Metropolitana, en la que afirmó que "la Cuaresma nos recuerda que la vida cristiana es un combate sin pausa, en el que se deben usar las ‘armas’ de la oración, el ayuno y la penitencia".
En ese sentido, al momento de imponer las cenizas explicó que "no se trata de un mero ritualismo, sino una época de reflexión y conversión". El Arzobispo afirmó que se trata de un combate espiritual que implica a toda la persona "contra el pecado y, en último término, contra Satanás".
El Cardenal Rivera llamó a los mexicanos a combatir "cualquier forma de egoísmo y de odio". Indicó que "morir a sí mismos para vivir en Dios es el itinerario ascético que todos los discípulos de Jesús estamos llamados a recorrer con humildad y paciencia, con generosidad y perseverancia".