El Arzobispo de Taranto (Italia) que sirvió como sacerdote y Obispo en Brasil durante más de 25 años, Mons. Filippo Santoro, recordó en un artículo publicado en el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana "Avvenire" el papel jugado por entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio –hoy Papa Francisco– cuando derrotó los postulados marxistas de la teología de la liberación en la Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida en el año 2007.

Mons. Santoro, antes de ser nombrado Arzobispo de Taranto por Benedicto XVI en 2011, fue Obispo de Petrópolis y antes de eso Obispo Auxiliar de Río de Janeiro en Brasil, país al que llegó como sacerdote en 1984.

En su artículo titulado "La liberación que viene del Evangelio", el Prelado italiano señaló que "el presidente de la comisión para la redacción del documento final de Aparecida era el Arzobispo de Buenos Aires, el Cardenal Bergoglio. Con un estilo sapiencial, afirma en la introducción del documento de Aparecida: 'Lo que nos define no son las circunstancias dramáticas de la vida, ni los desafíos de la sociedad, ni las tareas que debemos emprender, sino ante todo el amor recibido del Padre gracias a Jesucristo por la unción del Espíritu Santo'".

Mons. Santoro aseguró que la ambigüedad en el discurso de la teología de la liberación "está superada en la conferencia de Aparecida, tanto en la estructura general del documento, como en la presencia viva de la fe en cada momento de su desarrollo; desde el mirar la dura realidad hasta el juicio sobre ella y la praxis consiguiente".

"Se trata, sin embargo, de una ambigüedad que sigue presente, porque el Papa Francisco, en su reciente viaje a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, en el encuentro con la presidencia del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano)" presentó "algunas tentaciones contra el discipulado misionero, hablaba de la 'ideologización del mensaje evangélico'".

En ese encuentro, el Papa advirtió a los Obispos latinoamericanos contra la tentación del "reduccionismo socializante", el cual dijo "es la ideologización más fácil de descubrir. En algunos momentos fue muy fuerte. Se trata de una pretensión interpretativa en base a una hermenéutica según las ciencias sociales. Abarca los campos más variados, desde el liberalismo de mercado hasta la categorización marxista".

Mons. Santoro recordó que hubo quienes criticaron el documento final de Aparecida por comenzar con un himno de alabanza a Dios, lo que había sido expresamente deseado por el Cardenal Bergoglio.

El Arzobispo italiano señaló que al ordenarse así, "el esquema del documento valora la tradición de la teología y de la pastoral latinoamericana, pero, al mismo tiempo, resalta la perspectiva de la fe".

"Ésta, claramente, no estaba ausente, pero en ciertos desarrollos se daba por descontada, al tener que preocuparse sobre todo por la gravedad de una situación social llena de conflictos y sobre todo por el 'clamor de los pobres'", indicó.

El 24 de julio de este año, en el marco de la JMJ de Río, el Papa Francisco visitó el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida en el estado de Sao Paulo. Allí, ante unas 200 mil almas, el Santo Padre pronunció un discurso en el que recordó lo importante que es para él este santuario dedicado a la Patrona de Brasil. Al despedirse de la multitud, el Santo Padre prometió volver en 2017, cuando se cumplan 300 años del hallazgo de la Virgen y 10 años de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe.

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