El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, invitó a los jóvenes a acoger el significado de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que es una muestra de que Cristo “no rehúye su sitio, asume el dolor y los desafíos con todos sus rostros, y en todo momento ofrecerá su redención salvadora”.
El Prelado afirmó que conforme se acerca la fecha de la JMJ Madrid 2011, las distintas diócesis son visitadas por el ícono de la Virgen María y la Cruz que en 1984 Juan Pablo II confió a los jóvenes y que desde entonces acompaña todas las JMJ sea en el país donde se realice.
“Una Cruz vacía que ha ido recorriendo todos los continentes en sus diversos rincones llenos de la necesidad más variopinta (…), ha recorrido las capitales de esta vieja Europa, los aledaños de Asia, los contrastes del mundo americano del norte y del sur, Australia… En esa Cruz vacía, confiada a los jóvenes, Cristo se ha mostrado clavado en las distintas pasiones de cada uno de los crucificados a lo largo y ancho de las naciones”, afirmó Mons. Sanz.