La presión de Google para lograr el reconocimiento legal de las relaciones homosexuales en países como Polonia ha ofendido a sus críticos, quienes aseguran que la compañía debería preocuparse por las violaciones contra derechos humanos fundamentales básicos en otros lugares.

En diálogo con ACI Prensa el 17 de julio, el director del Instituto Tertio Millenio de Cracovia (Polonia), P. Maciej Zieba, lamentó que “Google no puede distinguir entre discriminación, tolerancia y promoción”.

“En mi opinión, sería mucho mejor si Google, con el mismo celo, se concentrara en las violaciones de derechos humanos en muchos países de Asia y África, donde se violan derechos humanos elementales”.

El 7 de julio en Londres, el director del departamento de Diversidad e Inclusión de Google, Mark Palmer-Edgecumbe, dijo en la Conferencia Global de Lugares LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) para Trabajar que desarrollará iniciativas en todo el mundo como parte de su “muy ambicioso trabajo”.

“Queremos que nuestros empleados que son gays o lesbianas o transgéneros tengan la misma experiencia fuera de la oficina como la que tienen dentro”, dijo.

La campaña se enfocará en países como Polonia, que no reconoce a las parejas homosexuales, y Singapur, que criminaliza los actos homosexuales.

Un registro del 8 de julio de la página de diversidad de la compañía dice “Google cree que los derechos LGBT son derechos humanos. Nos estamos asociando con organizaciones alrededor del mundo para despenalizar la homosexualidad y eliminar la homofobia”.

Sin embargo, el gigante de Internet ha modificado desde entonces la forma en la que presenta su campaña. La oficina de la compañía en Varsovia (Polonia) recientemente recibió al político y activista homosexual Krystian Legierski para una “conversación de oficina abierta y un almuerzo para discutir la importancia de las leyes de asociación civiles”.

La página ahora tiene un lenguaje que hace eco del comunicado de Palmer-Edgecumbe.

El P. Maciej Zieba se sintió sorprendido por el uso inicial de un lenguaje de fe por parte de Google. La promoción de una fe, dijo, será una “suerte de trabajo “misionero”.

“Pero esta forma de trabajo misionero en el siglo veintiuno parece bastante anacrónica, y realizarla desde el exterior es un síntoma de mal gusto”, señaló.

El sacerdote indicó que la discriminación contra la mujer, persecuciones religiosas, la falta de libertad de expresión y la persecución de la oposición política en otros países son causas más importantes.

El P. Zieba también rechazó la afirmación de que los católicos polacos son intolerantes.

“Los católicos deben oponerse a cualquier forma de intolerancia o discriminación, y una abrumadora mayoría de la sociedad polaca comparte este criterio”, dijo, indicando la existencia de “representantes de minorías sexuales” en el parlamento nacional y en los medios de comunicación.

El comentarista católico polaco-estadounidense George Weigel también criticó la campaña de Google, diciendo que no significa “nada bueno” para la defensa del matrimonio y la moral pública.

En un correo remitido a ACI Prensa el 14 de julio, dijo que “no veo por qué es asunto de Google cómo Polonia define el matrimonio, lo que es definido por la naturaleza, no por los proveedores de Internet, ni por los gobiernos”.

Weigel dijo que el activismo gay en Polonia ha sido “el mismo que en otras partes”, en referencia a “una pequeña minoría ha vendido exitosamente la falsa noción de que la homosexualidad es el equivalente a la raza para los propósitos de las leyes de derechos civiles y humanos”.

Los católicos en Polonia y en Estados Unidos, dijo, deberían escribir a las compañías que apoyan las agendas políticas homosexuales y expresar “su oposición a esta propaganda”.

La iniciática de Google señala el trabajo de la compañía en las celebraciones del orgullo gay, en ciudades de Estados Unidos, Sao Paulo (Brasil), Tel Aviv (Israel) y Varsovia (Polonia). Sus socios incluyen la Campaña de Derechos Humanos, la Asociación Nacional de Periodistas Lesbianas y Gays, y StoneWall.

Entre los ponentes invitados en la Conferencia “Legaliza el Amor” de Google, figuraron Peter Tatchell, un activista británico con una historia de acciones anticatólicas y anticristianas. En abril de 1998, junto a otros activistas, irrumpió en el Sermón Pascual del Arzobispo de Canterbury, en Reino Unido.

En 2004, Tatchell y otros activistas, usando lenguaje insultante hacia los fieles y el clero, bloquearon el ingreso a la Catedral de Westminster (Reino Unido) y evitaron que los católicos ingresaran a la Misa de Domingo de Ramos.

El activista británico se ha opuesto a las protecciones por libertad religiosa a agencias de adopción cristianas que querían colocar a niños sólo con parejas casadas.

La carencia de estas protecciones causó el cierre de muchas agencias católicas de adopción en Reino Unido.

Tatchell también amenazó con hacer un arresto ciudadano del Papa Benedicto XVI durante su visita al Reino Unido en 2010.