La directora de Reporte Católico Laico, Macky Arenas, criticó al Gobierno de Nicolás Maduro por obstaculizar cualquier diálogo que permita al país salir de la crisis en que se encuentra, ahondada por la reciente divulgación de un audio que revelaría actos de corrupción a nivel gubernamental.

En diálogo con ACI Prensa, la periodista señaló que en Venezuela el diálogo "es sumamente difícil", pues aunque "la vocación del pueblo venezolano a la paz y la concordia, pero pocos lo practican y menos lo propician". Indicó que lo procedente sería que el Gobierno plantee y facilite el diálogo, pero "es desde el poder –antes de Chávez y ahora de Maduro- que se lo dificulta y se lo niega con su discurso agresivo y excluyente".

"Se ha criminalizado el disentir, el pensar diferente y hacerlo público y ello configura un escenario donde el diálogo, como ejercicio de tolerante respeto al contrario, tiene pocas posibilidades de concretarse", expresó Arenas.

Sin embargo, dijo que en medio de este escenario, es la Iglesia "la que con mayor consistencia, mejores argumentos y de manera sistemática, ha condenado los obstáculos al diálogo e invitado permanentemente a encararlo con sinceridad por el bien de Venezuela".

Militarización del país

Durante el diálogo, la directora de Reporte Católico Laico también se refirió al operativo "Patria Segura", lanzada por el régimen de Maduro y que consiste en sacar a la Guardia Nacional bajo el argumento de combatir la delincuencia en el país.

"Es preciso recalcar que se trata de uno más en una ya larga secuencia de intentos fallidos que esconden la profunda preocupación que el Gobierno tiene por su propia seguridad", señaló.

Sin embargo, dijo que la razón de fondo es la escasez de productos de primera necesidad, como leche, harina de maíz, manteca y papel higiénico, que han obligado al régimen de Maduro a anunciar que serán comprados en el extranjero. Arenas advirtió que se trata de una escasez que "se viene acentuando a lo largo de todo el territorio nacional y que amenaza con un estallido social que coloque en riesgo la estabilidad del Gobierno".

"La presencia militar en las calles pretende ser disuasiva. Las políticas puestas en práctica han destruido la producción nacional y la corrupción se ha llevado el dinero que debía utilizarse para aliviar la falta de alimentos, entre otras carencias", expresó.

Sobre la inseguridad en las calles, dijo que "toca picos nunca antes vividos en este país y que han irritado a la población. Esa inseguridad, no obstante, parece ser política de Estado para mantener a la gente en zozobra".

"Se trata de una técnica muy castrista para amedrentar y obligar a la ciudadanía a vivir bajo el miedo y la capacidad de respuesta ante los abusos y la negligencia del régimen mermen. La Guardia Nacional en la calle responde al miedo del Gobierno, no a la necesidad de seguridad de la población", denunció.