En su enseñanza previa al rezo del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco explicó que el comienzo de la predicación de Jesús junto al mar de Galilea, tierra de paganos, nos indica que esta no se dirigía de forma exclusiva a los judíos, sino a toda la humanidad; y que el modo como llamó a sus primeros discípulos muestra que "el Señor se revela a nosotros de un modo extraordinario, pero siempre en la cotidianidad de nuestra vida"
Ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa afirmó que desde Galilea, "un lugar impensable", se difunde la luz de Cristo que salva a la humanidad.
El Santo Padre indicó que Jesús "deja Nazaret, un pueblecito de las montañas, y se establece en Cafarnaum, un núcleo importante junto a la ribera del lago de Galilea, habitado principalmente por paganos, punto de encuentro entre el Mediterráneo y las tierras interiores de Mesopotamia. Esta elección indica que el destinatario de su predicación no son sólo sus compatriotas, sino todos los que llegaban a la cosmopolita 'Galilea de los gentiles'".