Con "nuestro mal", Dios "no viene a darnos una lección sobre el dolor; no viene tampoco a eliminar del mundo el sufrimiento y la muerte; viene más bien a tomar sobre sí el peso de nuestra condición humana, a llevarla hasta el fondo, para librarnos de modo radical y definitivo", dijo el Papa Francisco este domingo, en sus palabras previas al rezo del Ángelus.
"Así Cristo combate los males y los sufrimientos del mundo: convirtiéndola en su carga y venciéndolas con las fuerza de la misericordia de Dios".
Refiriéndose al Evangelio de este domingo en el que San Marcos relata el episodio en el que Jesús cura al leproso, el Pontífice comentó que "nos cuenta la acción de Jesús contra toda especie de mal, en beneficio de los que sufren en el cuerpo y en el espíritu: endemoniados, enfermos, pecadores".