Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI rezó el Ángelus dominical y exhortó a los presentes a tener siempre claro que el verdadero médico de la humanidad es Cristo mismo.
Al introducir la oración mariana, el Santo Padre recordó la celebración, el día de ayer, de la Jornada Mundial de los Enfermos (JME), y afirmó que “la enfermedad es una dimensión típica de la condición humana”.
A continuación citó al santo de Hipona, San Agustín, quien dice: “¡Ten piedad de mí, Señor! Mira: no te escondo mis heridas. Tú eres el médico, yo soy el enfermo; tú eres misericordioso, yo el mísero”.