30 de abril de 2011 / 09:12 PM
El Vicario de Roma, Cardenal Agostino Vallini, recordó al presidir la vigilia de oración mariana de agradecimiento a Dios por la vida del Papa Juan Pablo II, que Cristo era el principio, el centro y la cima de cada uno de los días del Papa Wojtyla.
“Cristo era el sentido y la finalidad de su acción, de Cristo sacaba energías y plenitud de humanidad. Cristo era el principio, el centro y la cima de cada uno de sus días”, explicó el Purpurado la noche del 30 de abril ante miles de peregrinos reunidos en oración por el Beato.
En su extraordinario impulso de amor por la humanidad, Juan Pablo II “amó con un amor tierno a todos los ‘heridos por la vida’ -como llamaba a los pobres, los enfermos, los sin nombre, los excluidos-, y que con un amor muy singular amó a la gente joven”, indicó.