En su reflexión previa al Ángelus de este domingo, el Papa Benedicto XVI explicó que así como cuando el Señor cura a un sordomudo, también se ha hecho hombre para que todo hombre, sordo y mudo interiormente a causa del pecado, se cure y pueda escuchar a Dios para anunciarlo a otros.
El Papa hizo esta reflexión ante miles de fieles reunidos en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, refiriéndose al Evangelio de hoy en el que el Señor cura a un sordomudo luego de mirar al cielo y pronunciar la palabra "efatá", que significa "ábrete".
El Santo Padre dijo luego que "aquel sordomudo, gracias a la intervención de Jesús, ‘se abrió’; antes estaba cerrado, aislado, para él era muy difícil comunicar; la sanación fue para él una ‘apertura’ hacia los otros y al mundo, una apertura que, partiendo de los órganos del oído y de la palabra, involucraba toda su persona y su vida: finalmente podía comunicar y por tanto relacionarse de manera nueva".