Cristianos y musulmanes realizaron una marcha conjunta de 140 kilómetros en el norte de Irak para pedir la paz. El sábado antes del Domingo de Ramos, los fieles, junto al Patriarca Caldeo Rafael Sako, comenzaron a recorrer a pie el camino que lleva de Erbil a Alqosh.
Del Kurdistán hacia la llanura de Nínive, cerca de la zona de Mosul, donde todavía se producen fuertes combates entre el Estados Islámico y la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
La llanura de Nínive es en la actualidad una de las zonas en la que los yihadistas han sido expulsados totalmente. A pesar de ello, los cristianos todavía se resisten a volver por miedo y porque sus casas y pertenencias desaparecieron por la acción de los terroristas.