28 de mayo de 2009 / 03:34 PM
La comunidad cristiana en Pakistán denunció el atentado de extremistas religiosos con autobomba en la Central de Policía de la ciudad de Lahore, que dejó 40 muertos y 200 heridos este miércoles 27 de mayo. La explosión dañó además la sede de la Corte Suprema.
Según señala la agencia vaticana Fides, “el edificio tomado de mira está situado en un barrio comercial del centro de la ciudad, lleno de oficinas y negocios. La explosión destruyó completamente un edificio del servicio de emergencia de la policía y dañó seriamente otros, entre estos una comisaría, una oficina de servicios secretos y la sede de la Corte Suprema”.
Las iglesias cristianas manifestaron su solidaridad con las víctimas del atentado terrorista; y destacaron “la urgencia de detener el espiral de odio y violencia que busca destruir al país”.