Desde Basora, Irak, el P. Zacaria Sulaqa, párroco siro-católico, "denunció que casi ha desaparecido de ese lugar "la comunidad cristiana. De las cerca de 10 000 familias cristianas, solo quedan algo más de 500".
Así lo indica el sitio Bagdadhope.com en una nota publicada por la agencia italiana SIR. Según SIR "el embargo y las dificultades para vivir de los cristianos son los motivos del abandono. No basta con volver a equilibrar la situación con la oferta de las autoridades de la ciudad a los cristianos de ir con la policía".
"Algunas familias han retornado al barrio de Dora con la esperanza de poder volver a sus propias casas dejadas por la violencia ente sunitas y shiítas. Aquí muchas casas han sido depredadas y ocupadas ilegalmente. Siempre en Dora, siete lugares de culto han sido cerrados", explica el sacerdote.