El líder de la Iglesia Melquita Greco-Católica, Patriarca Gregorios III, denunció que entre los problemas que enfrentan actualmente los cristianos en Siria se encuentran las bombas, los secuestros y la extorsión financiera.

En un encuentro con más de 300 benefactores de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), en el Salón de la Catedral de Westminster (Reino Unido), el Patriarca Gregorios III aseguró que "Siria está experimentando un larguísimo, sangriento camino de la cruz, que se extiende a lo largo de todas las carreteras del país".

Gregorios III, quien es también el presidente de la Asamblea de Jerarcas Católicos en Siria, indicó que "tú puedes pensar que es seguro aquí o inseguro allá, pero en cualquier momento puedes ser asesinado por una bomba, misil o bala, sin mencionar ser secuestrado o tomado rehén para pedir un rescate, o asesinado".

Los cristianos son el objetivo de muchos ataques al ser vistos como "un elemento débil" y una fuente de pago de rescates, dijo.

"Muchos de nuestros sacerdotes, nuestra gente, nuestros familiares y amigos han sido secuestrados", lamentó.

De acuerdo al líder católico en Siria, 450 mil cristianos han abandonado el país o se han desplazado internamente.

En algunos lugares, indicó, los extremistas musulmanes, estaban haciéndole la vida difícil a los civiles.

Gregorios III señaló que la ciudad de Yabroud "está controlada no solo por las tropas de la oposición, sino también por algunos jihadistas, no solo por la oposición. La oposición es aceptable, pero los jihadistas son algo diferente".

Los pobladores de esa ciudad "Tienen que pagar su cuota como cristianos, mensualmente desde el inicio de 2012, 35 mil dólares al mes. La de los musulmanes es quizás más".

"Pero ahora, a pesar de pagar esta cantidad mensual, el 27 de septiembre, y ahora el 16 de octubre, la vieja iglesia de Yabroud de Constantino y Helena, fue bombardeada".

El Patriarca católico dijo que ese templo "era una iglesia anterior al cristianismo. Era un templo de Júpiter, y convertido, una vieja hermosa iglesia".

Una de las bombas, dijo, fue colocada en el confesionario.

Gregorios III señaló que muchos musulmanes comunes han sufrido tanto como los cristianos, al tiempo que denunció que la mayoría de jihadistas vinieron de fuera de Siria para unirse a la lucha.