Entre los cristianos de Irak "hay una suerte de desesperación", pero a pesar de ello y "pase lo que pase, la gente está decidida a celebrar la liturgia de Navidad por cualquier medio posible", afirmó Mons. Bashar Warda, Arzobispo de Erbil, al norte de Bagdad.
En declaraciones a la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), Mons. Warda elogió al gobierno iraquí por tomar medidas para mejorar la seguridad, a pesar de que el ingreso a las iglesias hiciera sentir a los feligreses como si entraran "a un campamento militar".
Recientemente, el gobierno de Irak ha dispuesto que se erijan paredes de concreto de hasta tres metros alrededor de las iglesias en Bagdad y Mosul, con puntos de accesos para quienes van a Misa, controlados por la policía con equipos de escaneo.