Al recibir este mediodía (hora local) a los participantes en la asamblea anual de la ROACO (Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales), el Papa Benedicto XVI señaló que los cristianos en Medio Oriente deben ser tratados como ciudadanos y no como "extranjeros".
En su discurso el Santo Padre dijo que la celebración del Corpus Cristi ayer ha sido "un llamado a la amada Ciudad de Roma y a toda la comunidad católica para permanecer y caminar por los senderos, no siempre fáciles, de la historia, entre las grandes pobrezas, espirituales y materiales del mundo para ofrecer la caridad de Cristo y de la Iglesia que brotan del Misterio Pascual, misterio de amor, de entrega total, que genera vida".
"No olvidéis nunca la dimensión eucarística de vuestro objetivo para manteneros constantemente en el surco de la caridad eclesial que quiere llegar especialmente a Tierra Santa, y también a Oriente Medio, para sostener la presencia cristiana", prosiguió en francés.