3 de enero de 2015 / 08:16 PM
Oración, acciones concretas y saber que no han sido olvidados, es lo que los cristianos iraquíes necesitan de sus hermanos católicos occidentales, afirmó Raad Salam, católico caldeo nacido cerca de Mosul (Irak), y catedrático universitario durante una conferencia realizada en Madrid (España).
Salam señaló esto en el ciclo de conferencias celebrado recientemente en la parroquia de los Padres Carmelitas de Ayala (Madrid), y organizado por la Fundación Tierra Santa. Salam Naaman es profesor universitario y doctor en Filología Árabe y Estudios Islámicos, refugiado político en España desde 1991 y nacionalizado español en 1999.
En su ponencia aclaró que no guarda "odio ni rencor" a los musulmanes, porque es deber del cristiano "perdonar al enemigo y rezar por quienes te persiguen". Recordó que ha sufrido varias detenciones por denuncias de radicales islámicos y golpizas. Además fue obligado a participar como soldado en la guerra con Irán y en la del Golfo Pérsico. Asimismo, sufrió el asesinato de hasta 25 personas de su familia y de varios amigos (entre ellos el editor de su tesina de licenciatura, considerada "ofensiva" por los islamistas) y un atentado personal en 1990 en el que murió un primo suyo al interponerse entre él y los disparos.