Ante la guerra interna en Siria, donde los enfrentamientos entre el Ejército de Al Asad y los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), han causado la muerte de más de 17 mil personas, las comunidades cristianas de la ciudad de Aleppo, unieron sus fuerzas para crear un comité de coordinación que ofrecerá ayuda humanitaria a los refugiados.

El comité está formado por once personas que representarán a cada una a las distintas comunidades cristianas en Aleppo, donde se encuentra el centro financiero del país.

Fuentes del comité cristiano informaron a la agencia Fides que se sienten alentados por el llamado que el domingo pasado hizo Papa Benedicto XVI a la comunidad internacional para poner fin al derramamiento de sangre.

“Esperamos que el llamamiento al diálogo lanzado por el Santo Padre el domingo pasado sea escuchado tanto en Siria como en la comunidad internacional”, explicaron.

La vocera de ACNUR, Melissa Flemming afirmó ayer que la cifra del éxodo en Siria ascendería a 267 mil refugiados que huyen a los países colindantes.

Además, en tan solo el pasado fin de semana, unas 200 mil personas huyeron de la violencia en Alepo, la capital financiera del país donde se concentran más de dos millones de personas.

Los representantes cristianos aseguran que tratarán “de encontrar el modo de asegurar una cierta seguridad en los barrios habitados por cristianos, de forma que no abandonen sus casas”.

Según informó Naciones Unidas, desde marzo de 2011, uno de cada cien sirios ya abandonó la nación como refugiados.

El comité lamentó el éxodo de los cristianos en el país, y esperan que “no se repita aquí lo que ha sucedido en la ciudad de Homs, donde las casas abandonadas por los civiles que huyeron fueron tomadas por los combatientes”, y provocaron “la masacre total en los barrios de Homs”.

Además, explicaron que algunas de las medidas adoptadas por la comunidad internacional, como las sanciones económicas adoptadas contra el régimen, “en realidad, afectan a los sectores más pobres de la población”, quienes “no tienen nada para poder hacer frente a esta situación”, mientras que los ricos se refugian en Líbano, Jordania o Turquía.

Finalmente, el comité señaló que el diálogo “es la única manera de encontrar la paz y lograr una democracia que esté fundada sobre el respeto de los derechos humanos para todos”.

ACNUR aseguró también que tanto en Siria, como en los países limítrofes sus oficinas de ayuda están desbordadas, y no todos los refugiados se han registrado ante el organismo para recibir asistencia. Por ejemplo, el gobierno de Jordania registró la entrada de 140 mil personas frente a los 50 mil que constan en los archivos del organismo humanitario.

Mientras que en Líbano se acogió a 34 mil sirios, ACNUR calcula que las cifras podrían ser todavía mayores, y otros países como Egipto y Marruecos abrieron también sus fronteras para la acogida de miles de refugiados.

El Papa también abogó este domingo por los ciudadanos de Irak, donde en tan solo el último mes, una oleada de atentados causó la muerte a 280 personas. Mientras tanto, ACNUR informó que al menos 20 mil iraquíes que se refugiaban en Siria huyeron nuevamente a su país a causa del terror.

El fin del conflicto armado en Siria no parece tomar fin, y según informó la prensa internacional hoy, con motivo del 67 aniversario de las Fuerzas Armadas, el presidente sirio Bachar al Asad, animó a las tropas leales al régimen a continuar la lucha contra el enemigo.