Javier Menéndez, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España (AIN), destacó la generosidad de sus benefactores españoles que, pese a la crisis económica que enfrenta el país, no han dejado de dar sus donaciones para ayudar a los cristianos del tercer mundo.

En declaraciones a ACI Prensa, Menéndez señaló que la oficina en España de AIN también nota la crisis que atraviesa el país, pero asegura que cada día hay historias que tocan el corazón de gente que aporta lo que puede, pero que aunque es poco no deja de hacerlo.

"Hay quienes dan una parte de su pensión de viudedad, quienes estando sin trabajo nos dicen: 'Mi primer sueldo se lo daré a AIN' y después verdaderamente lo hacen. Quien da 2 o 5 euros, pero los da y nos escribe: 'Es todo lo que puedo daros por ahora'. Es el verdadero óbolo de la viuda del que habla el Evangelio. Gente que da de lo que duele y eso es lo más bonito", expresó Menéndez.

Menéndez aclaró que AIN no es una ONG que solo ayuda, sino que tienen "un matiz pastoral y evangelizador muy fuerte e importante". "Llevamos a cabo campañas de recaudación de dinero, campañas de información y también campañas de oración. Ésto va siempre junto y para nosotros es muy importante, porque no somos una ONG que recauda fondos y los distribuye, sino que ese matiz pastoral es precisamente el que nos diferencia y por el que intentamos crear una comunidad espiritual entre los cristianos, los creyentes de los países occidentales con las personas de los países que necesitan ayuda. No es sólo mandar dinero, sino formar un lazo de unión y de oración".

Explicó que la sede central de AIN, ubicada en Alemania, recibe a anualmente unos 7.000 proyectos de ayuda de más de 150 países. Se trata de peticiones ante necesidades concretas que hacen sacerdotes o religiosos y que el obispo del lugar aprueba y que al no tener fondos pide la colaboración de AIN. La oficina en España elige anualmente 3 ó 4 países con proyectos determinados que para los benefactores españoles de AIN pueden resultar más cercanos o atrayentes.

"Hace seis meses hemos realizado campañas para ayudar a los cristianos de Bangladesh, que están en una situación de minoría, ya que representan el 1 ó 2 por ciento de los católicos de un país mayoritariamente islámico y que podría convertirse en el nuevo Pakistán en el sentido de radicalización", explicó. Por eso consideran importante el desarrollo de proyectos a favor de seminarios, conventos, catequesis de laicos, construcción de iglesias, apertura de medios católicos, entre otras ayudas.

Indicó que ahora están abocados en ayudar al Congo, y recordó que hace poco hicieron una campaña por Mali, "en donde los católicos están sufriendo". Actualmente "hemos comenzado, por petición del Obispo español Juan José Aguirre, una acción de ayuda en tres o cuatro diócesis de República Centro Africana y próximamente comenzaremos otra para ayudar a los cristianos en Siria, concretamente en Homs, donde nos han pedido colaborar en un proyecto de supervivencia y en Navidad haremos una campaña especial por la Iglesia católica en Nigeria que está especialísimamente necesitada y en la que tenemos mucha ilusión de poder ayudar".

Menéndez explicó que la recaudación media de AIN es de 6 a 8 millones de euros anuales, el 75 por ciento viene de donaciones y el 25 por ciento de legados y testamentos. "Se trata de un gesto muy bonito que con su testamento nos ayuden. El Papa Francisco decía el otro día que 'nadie ha visto un camión de mudanzas detrás de un cortejo fúnebre, por eso, como no se pueden llevar sus cosas al más allá, nos ayudan a nosotros y se lo agradecemos mucho'", afirmó.

Asimismo, destacó que una de las principales características de AIN es el ecumenismo y el diálogo interreligioso. Recordó que fue el Beato Juan Pablo II quien les pidió que colaboraran con la Iglesia ortodoxa rusa. "Se trata de algo en lo que hay que ser especialmente delicado y a la vez muy fieles a la Doctrina de la Iglesia católica, pero desde los años 70 u 80 AIN colabora con la Iglesia ortodoxa rusa porque es una manera también de ayudar a la libertad religiosa en el mundo y que se puedan ejercer de manera plena los Derechos fundamentales", explicó.

Sobre su testimonio personal, Javier Menéndez cuenta que es director de AIN en España desde hace siete años. Anteriormente había trabajado en multinacionales españolas y extranjeras por más de 20 años. "Es mucho más rentable económicamente trabajar para empresas multinacionales, pero también te deja muy insatisfecho. Yo tuve la oportunidad y la suerte de encontrar una vacante de director en AIN hace siete años. Me presenté y ellos cometieron el error de elegirme", asegura Javier Menéndez.

AIN nació en 1947 para ayudar a los cristianos perseguidos, gracias al sacerdote holandés Werenfried Van Straaten. "Representativamente nuestra sede central está en Roma, en la Santa Sede, porque al ser una fundación pontificia nuestra cabeza visible es el Cardenal Mauro Piacenza, prefecto de la Congregación para el Clero, que es de la que dependemos. Aunque nuestro centro operativo está en Königstein, en Alemania, donde más de 80 personas trabajan para dirigir y coordinar lo que hacemos en las 17 oficinas del mundo", explicó.

Finalmente, destacó que en los últimos años ha aumentado la sensibilidad de los medios de comunicación ante las persecuciones que sufren los cristianos en el mundo, algo que espera que mueva las conciencias de los gobernantes, políticos y líderes religiosos para "acabar con el sufrimiento tremendo y las durísimas situaciones que viven los cristianos no tan lejos de nosotros".

Sin embargo, recordó que en Europa también se vive otro tipo de persecución, más ligada al "proceso de descristianización que vive este continente desde hace 30 o 40 años y en el que un relativismo agresivo relega el hecho religioso a tu casa o a la sacristía de tu parroquia. De ahí el gran interés de Juan Pablo II, de Benedicto XVI y de Francisco en la Nueva Evangelización".