En respuesta a las alarmantes proyecciones estadísticas que señalan una drástica caída poblacional, el gobierno de Corea del Sur está considerando brindar incentivos monetarios a las familias para que tengan más hijos.
Con una de las tasas de nacimiento más bajas del mundo –cada mujer tiene en promedio solo 1,17 niños-, se estima que la población disminuya en dos tercios durante este siglo, pasando de 48 a solo 16 millones.
El gobierno surcoreano enfrenta así el mismo fenómeno demográfico que afectará a la mayoría de países europeos en las próximas décadas.