El Arzobispo de Toledo, Mons. Antonio Cañizares Llovera, aseguró que admitir como “matrimonio” la unión entre personas del mismo sexo no es sólo la perversión del lenguaje sino también de la verdad de las cosas, la destrucción del matrimonio y un “verdadero suicidio social”.
Después de que la mayoría de los grupos parlamentarios han instado al Gobierno, mediante una proposición no de ley, a que acelerase la aprobación del mal llamado "matrimonio" de personas del mismo sexo y la promesa del Ministro de Justicia de aprobarla antes del próximo enero, el Arzobispo de Toledo ofreció una declaración en la que advirtió la gravedad de lo que esta medida supone.
“La unión entre personas del mismo sexo no ha sido nunca, ni es, ni puede ser matrimonio. Será otra cosa, pero nunca matrimonio. Admitir estas uniones como matrimonio supone no sólo una perversión del lenguaje, sino también, y sobre todo, una perversión de la verdad de las cosas, y una destrucción, en consecuencia de la verdad de lo que es el matrimonio en su realidad más propia. Se lleva a cabo con esta disposición un grave daño al hombre ya la sociedad, que se sustentan en la verdad del matrimonio”, aseguró.