6 de mayo de 2010 / 04:41 PM
Irene Alemany dirige una casa de consagradas del Regnum Christi en México. En entrevista concedida al diario Milenio señala que estas mujeres hacen promesas de pobreza y "nunca sentimos que haya habido un abuso por parte de la Legión, es una consecuencia lógica como respuesta a nuestros votos".
Por esa razón, explica Alemany, "no disponemos de bienes personales, no tenemos sueldo, sólo trabajos en el apostolado. Cuando nuestras familias nos han dejado una herencia se da un margen prudencial de 15 años donde ese dinero está intacto, por si acaso por cualquier razón la consagrada tiene que salirse. Lo vemos con una total lógica porque nos hemos desprendido de todo lo material".
"En el peor de los casos, después de 20 o 25 años si por enfermedad u otra situación deja la vida consagrada de la Legión de Cristo, ésta siempre tiene la delicadeza de regresar con intereses ese dinero que ya había dispuesto o cedido a la Iglesia", explica.