El congresista pro-vida Joe Pitts presentará la próxima semana un proyecto de ley en el Congreso de Estados Unidos que busca ayudar a mujeres que han abortado y que con frecuencia sufren de depresión.
En una carta dirigida a los demás miembros del Congreso, Pitts explica la necesidad de aprobar esta norma y presenta además un informe sobre la depresión post aborto realizado en Nueva Zelanda, que concluye que la depresión y la tendencia suicida en las mujeres que han abortado es mayor que en las que no lo han hecho.
El estudio de un investigador neozelandés que se muestra abiertamente a favor del aborto, revela que el 78,6 por ciento de las jóvenes entre 15 y 18 años del país oceánico, que se ha sometido a un aborto, presenta síntomas de una depresión severa, en comparación al 31,2 por ciento de neozelandesas de la misma edad que también sufre de depresión pero no se ha practicado un aborto.