El superior franciscano de la provincia de Bosna Srebrena, Padre Mijo Dzolan, advirtió que el conflicto en Bosnia-Herzegovina dispersó a la población de la zona, especialmente a los católicos.“Antes del conflicto vivían alrededor de un millón de católicos, ahora sólo quedan 500 mil”, indicó.
Durante su visita a la sede internacional de la Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el franciscano señaló que los católicos de su país no están satisfechos con el Tratado de Dayton, que dividió Bosnia-Herzegovina en la República Serbia y la Federación Croata-Musulmana.
“Se sienten inseguros. Muchos de ellos desean emigrar a Croacia o a otro país europeo donde vivan familiares suyos”, explicó.