Un juez de la localidad de Palma (España) sentenció a un médico y a la clínica donde trabaja a mantener a un niño hasta que cumpla 25 años de edad, por no haber logrado eliminarlo en lo que fue un aborto fallido.
Según trascendió por medios de prensa locales, la madre del niño se sometió al aborto el 20 de abril de 2010 y, dos semanas después, el médico, de iniciales E.R.K., confirmó que el bebé había sido extirpado del vientre materno, tras ver las ecografías.
La sorprendida madre descubrió tres meses más tarde que seguía embarazada.