La Conferencia de Lambeth, cumbre que reunió a los líderes de la iglesia anglicana, culminó sin llegar a soluciones sobre los temas que están generando tensiones en este grupo religioso, entre los que se encuentran la ordenación episcopal de homosexuales y mujeres.
Ayer al finalizar la conferencia, el arzobispo de Canterbury y máximo líder anglicano, Rowan Williams, afirmó que "a lo largo de estos días que hemos estado juntos no hemos superado nuestros problemas ni hemos reinventado nuestras estructuras; eso llevará tiempo".
"Claro que no hemos resuelto todos nuestros problemas, pero las piezas están sobre la mesa. Y en los próximos meses, lo importante será invitar a los ausentes de Lambeth a que se impliquen en las próximas etapas", añadió Williams en referencia a los anglicanos que decidieron no asistir a Lambeth en protesta por la reciente decisión de abrir el camino a la ordenación episcopal de homosexuales y mujeres.