El Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, recordó los 45 años de la clausura del Concilio Vaticano II y destacó su importancia porque en él se encuentra "la base necesaria para la comunión de cuantos conformamos la Iglesia".
"El Concilio Vaticano II no es propiedad de ninguna de las sensibilidades plurales que integran la Iglesia Católica. No puede emplearse para la división, sino para la comunión. Lo contrario sería incurrir en una manipulación de la realidad", expresó el Prelado en su homilía del 8 de diciembre, con ocasión de la fiesta de la Inmaculada Concepción en la Catedral de San Sebastián.
Mons. Munilla recordó que este evento fue inaugurado por Juan XXIII en la fiesta de la Maternidad de María, en 1962, y clausurado por Pablo VI en 1965 durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción. "Como nos recordaba el Papa Benedicto XVI, el Concilio Vaticano II tuvo lugar entre esas dos fechas marianas", destacó.