17 de febrero de 2009 / 10:13 AM
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Rino Fisichella, explicó que los avances científicos en la genética deben siempre respetar la vida de todo ser humano y deben estar siempre de acuerdo con la ética; al presentar esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el congreso "Las nuevas fronteras de la genética y el peligro de la eugenesia".
"Gracias a la gran labor desarrollada en los últimos decenios, sobre todo bajo la dirección de F. Collins, acerca de la Human Genome Data Base es posible realizar el mapa de millones de genes que permiten conocer diversos tipos de enfermedades y a menudo se ofrece la posibilidad concreta de superar las patologías hereditarias", dijo el Arzobispo.
Por ello, continuó, "la finalidad del Congreso es verificar si en el ámbito de experimentación genética hay aspectos que tienden a una acción eugenésica o la llevan a cabo de hecho". Este dato, dijo, "se expresa en diversos proyectos de orden científico, biológico, médico, social y político, todos ellos más o menos ligados entre sí", que "llevan aparejado un juicio ético sobre todo cuando se pretende sostener que se realiza una acción eugenésica en nombre de una 'normalidad' de vida ofrecida a los individuos".