La Ciudad del Vaticano busca convertirse en uno de los primeros Estados del mundo en consumir únicamente energías renovables.
Como parte de este proyecto, aún en fase experimental, la Santa Sede acaba de recibir de la empresa Nissan y sin costo, un auto eléctrico, cuyo funcionamiento permitirá estudiar la incidencia real de esta medida destinada a lograr una movilidad libre de emisiones.
El objetivo es conseguir que el Vaticano cumpla con los objetivos señalados en la encíclica Laudato Si' sobre el medioambiente y la sostenibilidad.